martes, 22 de mayo de 2007

Parlamento japonés ratificará en junio TLC con Chile


Una vez que comience a regir el pacto, más del 70% de las exportaciones chilenas a ese país quedarán con arancel cero.



A fines de junio estaría aprobado por parte del parlamento japonés el Tratado de Libre Comercio (TLC) que firmó Chile con la nación nipona en marzo pasado y que se espera entre en vigencia cuando la presidenta Michelle Bachelet visite ese país en septiembre para celebrar los 110 años de relaciones políticas bilaterales. “A fin de junio va a ser ratificado, en Japón creo que no hay ningún problema para que sea ratificado, entonces, después depende del proceso de Chile”, dijo ayer el embajador de Japón en Chile, Hajime Ogawa. Eso sí, el pacto todavía no ingresa al Congreso chileno. Ogawa, quien participó en una mesa redonda sobre el TLC en cuestión en la Universidad Gabriela Mistral (UGM), confía en que el acuerdo entre en régimen desde el 1 de septiembre y que “ojalá” se pueda realizar una ceremonia cuando la presidenta Bachelet esté en Tokio. Aunque el diplomático advirtió que todavía no está decidido porque “hay que esperar” que los parlamentos lo aprueben. Nueva página Grandes expectativas están puestas en el tratado. Chile espera recibir más inversión nipona y Tokio confía en que revertirá la balanza comercial deficitaria que mantiene con Santiago. En la cita en la UGM, el presidente de Mitsubishi Chile, Masaka Kurita, sostuvo que el acuerdo abre una “nueva página” en las relaciones bilaterales. A su juicio, una vez que se ponga en práctica el TLC, los inversionistas japoneses tendrán mayor confianza de instalar sus capitales en el país. “Sí, será una propaganda muy buena para empresas japonesas, en ese sentido yo creo que es una nueva página”, manifestó Kurita. Mitsubishi Chile es subsidiaria de Mitsubishi Corporation, con una inversión total de US$ 246 millones en el país, o sea, cerca del 13% del total de los capitales nipones en Chile. Oportunidades Por su parte, el jefe de departamento Acceso a Mercados de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Rodrigo Contreras, destacó las grandes expectativas que existen frente al acuerdo por la cantidad de consumidores que vienen a engrosar la lista de potenciales “clientes” de Chile en el mundo. Contreras sostuvo que las potencialidades chilenas con este TLC se agrupan en dos grandes áreas: aquellos productos que ya se exportan a esa nación, y los envíos que no van a ese mercado pero que muestran un gran potencial. Con estos últimos se ha elaborado una lista con cerca de 1.500 ítems que tienen condiciones favorables, que no se están exportando a Japón pero sí al resto del mundo. Estos están en sectores como hortalizas frescas y congeladas, cueros, frutas frescas y congeladas, agroindustria (ver recuadro). Las exportaciones chilenas hacia la segunda economía mundial totalizaron US$ 6.374,10 millones durante 2006. En la práctica, el acuerdo en el capítulo de Acceso a Mercados con Japón, implicará que más del 70% de las exportaciones chilenas a ese país quedarán con arancel cero una vez que comience a regir el Tratado.




“Hoja de ruta”


La necesidad de tener una “hoja de ruta” de cara al aprovechamiento del TLC con Japón fue el principal mensaje de la exposición del vicerrector académico de la Universidad Gabriela Mistral, Ricardo Riesco, que se denominó “Desafíos geopolíticos que presenta el Tratado, problemas y oportunidades”. A juicio de Riesco, Chile no tiene, a diferencia de la nación oriental, los “movimientos claros” que pondrá en marcha una vez que entre en vigencia el pacto. Para el experto, esto tiene directa relación con las tareas pendientes que tiene el país, entre las que mencionó la cantidad de población, la distribución de ésta, el déficit de infraestructura, así como la calidad de la educación. Relacionado con este último punto, la mayoría de los asistentes a la cita coincidieron en que la calidad de los profesionales chilenos es óptima, pero no así el de la mano de obra. Para el presidente de Mitsubishi Chile, Masaka Kurita, el nivel de los obreros es “promedio”, no distinto al que se encuentra en Perú o en Bolivia.