viernes, 13 de julio de 2007

McDonalds UK increases use of organic milk


The fast food chain McDonalds announced that all milk for its tea and coffee sold in the 1,200 outlets in the UK will come from organic British cows, starting the end of July. So far, 500,000 litres are sold in children’s Happy Meals. After the end of July, the company will need 8.6 million litres each year - a share of 5 % of all organic milk sales in the UK. This will make the company one of the biggest buyers for this product.

So far, organic milk equates for only 6 % of all milk sold in the country. Many organic farmers had stopped producing after they had failed to earn enough money. Some of the leading supermarkets in the UK admitted last year that they had to ship in supplies from overseas. But McDonald’s chief executive in the UK announced that he could guarantee that there was enough of it available, since various farms had recently received organic certification. It was not decided yet if other milk products would be organic in the future, but then up to 38 million litres of organic milk would be needed additionally.

Most farmers and organic campaigners welcomed the fast food giant to join the organic trend. Patrick Holden, director of the Soil Association, stated that this was a small but significant step in the right direction and that he hoped the company’s food sourcing continued to improve to create better opportunities for farmers and to provide healthier options for customers.

lunes, 9 de julio de 2007

Chile produce diamantes negros


Ricardo Suárez, ingeniero comercial, estaba dedicado al vino y de inmediato hizo la conexión. Pensó que si esos eran los nuevos países del mundo vitivinícola, al igual que Chile, también era posible plantar trufas en el país. Las características de suelo y clima de la zona central son similares a las de esas zonas productivas. Pero, además, estos hongos aparecían como un negocio de gran potencial.

El kilo de trufas negras de Perigord se vende entre 600 y 1.500 dólares en Europa y el precio se duplica en el mercado retail. La trufa es un mercado estable y al alza en el que se plantan alrededor de 2.000 hectáreas anuales y la demanda continúa siendo mayor a la oferta, debido a la disminución de la producción en las truferas naturales en los países europeos de las cuales son originales, producto del manejo y la contaminación.

Llegando a Chile se puso a investigar. Así encontró un proyecto FIA en el que trabajaba el ingeniero forestal Ricardo Ramírez, junto con la Universidad Católica del Maule. El complemento resultó bueno: uno dedicado al ámbito comercial y el otro al aspecto técnico. Se asociaron y se contactaron con Santiago Reyna, experto mundial del cultivo de la trufa, quien les colaboró con el expertisse que les faltaba.

Nació así Agrobiotruf S.A., a principios de 2004, la primera empresa dedicada al desarrollo del cultivo de trufas en Chile.

Las trufas negras de Perigord no son un hongo de esos que crecen silvestres en zonas húmedas y oscuras. Ellas son "socias" de árboles como la encina, el roble y el avellano europeo. Con esas especies forman una asociación simbiótica, llamada ecotmicorriza, donde la trufa recibe carbohidratos producidos por el árbol y éste mejora su nutrición mediante un aumento en la captación de minerales como el fósforo.

Esa era la teoría. Había que aprender la técnica y conseguir los productos básicos, los inóculos de trufa. España fue la cuna de los conocimientos y también donde encontraron un proveedor confiable, ya que se trata de trabajar con material que sea puro, no contaminado y que al inocularlo tenga alta efectividad.

Una vez en Chile, las esporas son preparadas aplicándoles talco mineral, "y un par de cosas que no podemos contar, para dejarlo más activo", explica Suárez.

Pero tienen que ser "instaladas" en su proveedor de alimentos, los árboles. Para ello los empresarios comenzaron a producir en viveros, a partir de semillas, avellanos europeos, roble europeo y en especial la encina.

Cuando éstos tienen el tamaño adecuado, los toman, le mojan las raíces, y lo unen con el inóculo. Los colocan en contenedores con tierra, sin contaminación que pueda hacerle competencia.

Ya tienen árboles inoculados que esperan cosechar en 2009.

La idea de Suárez y compañía es exportar las trufas. Por ello tener una mayor producción se vuelve un tema importante. Eso es lo que los llevó a desarrollar el vivero donde generan las plantas necesarias, que luego venden, para aumentar las superficies.

"Los productores se toman entre seis meses y un año para decidirse a producir. Es un cultivo en general desconocido así que tienen que empezar a entender de qué se trata, cuáles son los riesgos y los beneficios", explica Ricardo Suárez.

Actualmente en el país hay 25 hectáreas plantadas, desde María Pinto (RM) a Panguipulli (X), aunque la mayoría está en Curicó y Talca. Pero, debido al precio de los suelos, los cultivos se están trasladando a Chillán.

Se trata de plantaciones pequeñas, en su mayoría de entre una y tres hectáreas, reunidas en 15 productores. Se espera que este año se incorporen 9 más. La idea es que la superficie se duplique y que a partir de 2008 las plantaciones crezcan entre 60 y 80 hectáreas por año. Y tanto confían en el proyecto, que el propio Agrobiotruf comenzará en la zona de Chillán un cultivo de cerca de 100 hectáreas.

PERROS COSECHEROS

En Europa, los jabalíes eran la forma más usual de encontrar y recolectar trufas. El problema era que el hongo podía resultar dañado. Actualmente se utilizan perros entrenados que marcan el lugar donde se encuentra y el productor es el encargado de desenterrarlo. En Agrobiotruf piensan recurrir a alguna empresa que los capacite en Chile o importar algunos de España.

NEGOCIO LENTO

Las trufas miden cerca de 5 a 7 cm. de diámetro y pesan alrededor de 80 gramos. Una plantación madura, de 10 o 12 años, rinde entre 30 y 40 kilos por hectárea. La cosecha comienza a partir del 5 o 6 año.

"La gran ventaja es que la venta está asegurada", cuenta Ricardo Suárez.